LOS PROGRAMAS DE ACCIÓN TUTORIAL

Documentos Generales: 
                     "Técnicas de Estudio"

   Título:      " El repaso "

REPASAR Y REVISAR LO ESTUDIADO

Desde ahora hasta el fin de curso, la práctica del repaso debe ser algo habitual y cotidiano.

Hoy pretendo que reflexiones sobre la importancia de repasar y revisar frecuentemente los temas estudiados con el fin de contrarrestar los efectos del olvido.

El repaso es la última fase del método de estudio Robinson que vimos en la ficha anterior y que dejamos para tratar detalladamente.

La práctica del repaso frecuente garantiza la asimilación y el recuerdo. Por eso cometen un grave error aquellos estudiantes que consideran que es una práctica que ha de limitarse a las fechas previas a los exámenes. Nada más negativo.

Antes de los controles y exámenes es necesario hacer repasos intermedios periódicos con el fin de ir contrarrestando la curva del olvido.

Desde luego, a medida que nos aproximamos a las fechas de exámenes, los repasos serán más frecuentes sin escatimar tiempo para releer y recitar cada uno de los temas.

CUATRO PREGUNTAS CLAVES

¿Qué?

Se han de releer y repasar todos los contenidos básicos de cada tema, ayudándote de los apuntes, las anotaciones marginales, las observaciones del profesor y aquellos temas que guardan una relación directa con la lección estudiada.

¿Cuando?

En la gráfica sobre la curva del olvido que te ofrecimos en otra ficha se expresaba con qué periodicidad debes repasar y revisar lo aprendido para que el material almacenado no se borre de tu memoria.

Observarás que es en las primeras horas cuando más debes practicar la repetición-recitación para que se afiancen bien los conceptos recientemente incorporados.

Por eso es conveniente intensificarlo en las horas que siguen a la sesión de estudio-

¿Como?

La psicopedagogía enseña que se aprende mejor en pequeños intervalos que en largas sesiones.

Ebbinghaus ha demostrado que si se estudia un tema en tres sesiones en vez de en una sola sesión, se ahorra el 50% del tiempo.

¿Cuánto?

Eso depende de la dificultad que entrañe cada materia y del nivel de conocimientos previos. Si el estudiante tiene ya una idea general bastante clara, y bien organizados y estructurados en su mente los contenidos hasta sentirse familiarizado un poco con ellos, le será suficiente con una tercera parte del tiempo que empleó la primera vez que estudió esa lección.

Recuerda la curva del olvido, es decir, el proceso de deterioro o pérdida de los conocimientos almacenados. Es un fenómeno normal y general en los seres humanos y tiene un carácter selectivo.

Aprendemos lo esencial e importante y olvidamos lo secundario y accesorio.

Retenemos lo necesario y valoramos olvidando el resto, ya sea por desgaste del tejido cerebral, por no utilizar los conocimientos aprendidos, por no traerlos con la frecuencia necesaria a nuestra mente mediante el repaso o por interferencia de los conocimientos nuevos con los que ya teníamos fijados en la memoria.

SUGERENCIAS PARA EL REPASO

REPASO FINAL

Comprenderás que el estar al día en las distintas materias, el tomar apuntes en clase y utilizarlos con frecuencia, el confeccionar esquemas y resúmenes y el no dejar dudas sin aclarar, son actividades imprescindibles para llevar a cabo con eficacia y con la periodicidad necesaria los frecuentes repasos que te he aconsejado hacer.

Sin embargo, no está dicho todo sobre el repaso sin aclarar en qué debe consistir el «repaso final» que, por desgracia, para muchos estudiantes, es el único repaso que hacen un poco en profundidad a lo largo del curso.

El repaso final supone varios repasos parciales en los que han quedado aprendidos y fijados los conocimientos básicos. Por tanto, el verdadero repaso final es más bien breve y sencillo y su único objetivo es refrescar y revisar las ideas claves y relacionarlas con las secundarias y con todo tipo de detalles.

Unos cuantos vistazos por encima a los subrayados, esquemas y resúmenes de cada lección debe ser suficiente para estar ya preparado a emplearte de lleno y sin limite de tiempo con la necesaria prueba de fuego, comprobando, de forma oral o escrita, que dominas cada tema o lección perfectamente.

Antes de exponente a ser examinado por tu profesor, debes estar bien seguro de no fallarte a ti mismo.

Practica cuantas veces sean necesarias.